Nuestro día a día transcurre en unas modernas instalaciones con el máximo control sanitario.
Mezclamos artesanía y acero inoxidable en una perfecta simbiosis, cumpliendo con los objetivos europeos de calidad y seguridad alimentaria integrados en el concepto “del campo a la mesa”.
El transporte diario y conservación de la leche se realiza en equipos homologados, capaces de mantener la temperatura exigida y bajo una serie de estrictos controles que realizamos cada día.
La elaboración del queso en cuba es semiautomática, así logramos optimizar procesos, recursos y facilitar el trabajo.
Sin embargo, la intuición y el toque personal de nuestro maestro quesero son los que aportan ese valor tradicional transmitido de generación en generación.
Con el sabor tan característico y peculiar del queso de cabra “hecho en casa», moldeado y volteado a mano en salas adaptadas a los nuevos tiempos y capaces de reproducir las condiciones típicas de las antiguas queseras.
Para prolongar su conservación sin recurrir a ningún tipo de aditivos, usamos la última tecnología de envasado preservando de este modo el hacer tradicional impreso en cada pieza.
Durante el proceso de elaboración de nuestros quesos ponemos especial atención en el cuidado del medio ambiente. Para ello disponemos de una planta de separación y/o concentración de suero, basada en tecnología de centrifugación y osmosis/nanofiltración mediante el uso de membranas específicas.